

Conectando el motor diésel y el eléctrico, hay una caja de cambios DSG de siete velocidades y un embrague automático entre cada unidad. Esto significa que el motor eléctrico puede funcionar de manera independiente del motor TDI o ambos en tándem, cuandos e requiera una aceleración mayor.
El chasis pesa únicamente 230 kg, y está fabricado en polímero reforzado con fibra de carbono y resina modulada. En la cabina hay espacio para el conductor y un pasajero, y se accede a ella a través de puertas de tijera.
Pruebas en el túnel de viento han dado como resultado el estilo exterior, que ayuda al XL1 a conseguir un coeficiente dinámico de 0,186. La longitud del vehículo es similar al Volkswagen Polo, mientras que la altura está próxima al Lamborghini Gallardo.
Volkswagen ha conseguido, con el XL1 llegar a límites de eficiencia a lo que nadie había llegado todavía.
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